La sima de San Pedro

Situación

 

Está situada en la Cordillera Ibérica turolense entre Ariño y Oliete (Teruel, España)

Se accede por la carretera A-1401, el camino está en perfecto estado y bien señalizado. Tras atravesar el río sale un primer camino a la derecha que lleva al Cabezo de San Pedro y siguiendo a la izquierda y un poco mas allá a la derecha está señalado el acceso a la sima.

 

Coordenadas: 41°01’22,7″N 0°38’14,1″O
Altura s.n.m.: 540 m

Introducción

En el sector turolense de la Cordillera Ibérica, la gran abundancia de afloramientos calizos jurásicos y cretácicos ha favorecido el desarrollo de importantes paisajes kársticos exógenos, destacando las Sierras de Gúdar-Maestrazgo, Javalambre y Albarracín. Pero también encontramos manifestaciones aisladas, como es la conocida Sima de San Pedro, situada en el valle medio del río Martín, afluente del río Ebro. Desde el pantano de Cueva Foradada y la localidad de Oliete, el río Martín sale de profundos cañones para abrir su valle en materiales geológicos más blandos. Pocos kilómetros más al N, el río discurre adosado a la Sierra de los Moros en el sector de la ermita de San Pedro entre rocas jurásicas y cretácicas, en cuyo entorno se sitúa la “sima” (Fig. 1).

Fig 1 - Entorno natural de la Sima de San Pedro

Fig 1 – Entorno natural de la Sima de San Pedro

El camino conduce  hasta el río Martín y la ermita y molino de San Pedro, junto a una granja. Poco antes de cruzar el río hay un excelente ejemplo de sabina albar (Juniperus thurifera), de 12 m de altura (Fig. 2), catalogada como árbol singular, que merece una primera parada. 

Fig 2 - Sabina albar

Fig 2 – Sabina albar

Descripción

La sima de San Pedro es una dolina en pozo, es decir una depresión kárstica de paredes abruptas y gran profundidad, con una boca más estrecha, producida por el colapso de una sala de una galería de la red subterránea o endokárstica. La sección generada por un hundimiento tiende a ser de forma subcircular, aunque los posteriores derrumbes acaban dándole una forma algo más irregular (Fig. 3). Las margas y calizas del Jurásico superior (Oxfordiense-Kimmeridgiense), fuertemente fracturadas, favorecieron la formación de las galerías por procesos de disolución interna y el colapso posterior a causa de la fragilidad litológica.  Vista desde arriba, forma un embudo externo más amplio (Figs. 3, 4) modelado por la erosión de las margas jurásicas y materiales cuaternarios mientras que hacia el interior, al aflorar las calizas, la boca se estrecha algo más (Fig. 3). Por otra parte, la forma externa es bastante disimétrica (Fig. 4). 

Fig 3 - Mapa de la sima
Fig 4 - Boca de la sima de San Pedro

El colapso se produjo en el fondo de un barranco, que quedó desde entonces dividido en dos tramos, de los que el superior todavía fluye, en momentos de lluvias, hacia el interior de la dolina, mientras que el inferior se quedó sin cabecera (Fig. 5). 

Fig 5 – Dolina y barranco

La boca de la dolina tiene unos 80-90 m de diámetro y la profundidad de la dolina es de 107 m, estando ocupada por un lago los últimos 20-22 m. (Figs. 3, 5) rodeado de vegetación (Fig. 3). El nivel del agua está conectado con el freático del río Martín, y por tanto sujeto a las variaciones del mismo. Algunas grietas en los márgenes de la boca de la dolina y la forma extraplomada que tiene gran parte de la zona alta son buenos indicadores de que la evolución futura será por hundimientos y derrumbes de los escarpes superiores, por lo que no es conveniente aproximarse demasiado a los bordes en determinadas zonas. Los puntos de observación más habituales son la parte inferior (sector sur, punto 1 Fig. 3) y la zona norte (Fig. 3 punto 2), a donde se llega en coche en ambos casos.  Por otra parte, se puede circunvalar por una senda siendo poco recomendable en su tramo oriental.

El interior, umbroso y húmedo(Fig. 6), es un buen refugio para las aves, que pueden aprovechar los huecos y repisas de la roca para anidar. Constantemente revolotean chovas piquirrojas, vencejos reales, grajas, palomas bravías, estorninos, aviones comunes, gaviones chillones, etc. Por otra parte, en la sima se han registrado hasta 7 especies de murciélagos.  Antiguamente se bajaba al interior de la depresión para recoger el guano (Mina del Jardín), quedando todavía el torno metálico colgado en lo alto de la pared norte (Fig. 4) como resto de esta actividad, aún utilizado para descender en trabajos científicos y algunas actividades deportivas.

Fig 6 - Interior de la dolina
Palomas bravías
Chovas piquirrojas
Chovas piquirrojas
Chovas piquirrojas

Este bello ejemplo de dolina en pozo, del que existen pocos casos, junto a las vistas que se disfrutan desde la parte alta y otros lugares visitables de alrededor es digno de ser conservado con mejores garantías que las que posee actualmente. No hay una valla protectora adecuada, no hay indicadores  de los puntos de observación, tampoco explicaciones para el público, aparte de la necesidad de indicadores de puntos de riesgo, de los cuales el sector del torno es el más evidente, lleno de grietas en proceso de ampliación. Tampoco el camino es el mejor ejemplo de acceso por su excesiva visibilidad (ver las imágenes aéreas)

Bibliografía

  • Peña Monné, J.L., Longares, L.A., Espinalt , M. , 2000. Paisajes natuarales de la provincia de Teruel. Guía del medio natural. Conocer Teruel, Instituo de Estudios Turolenses, 240 pp.
  • Lozano, M.V., Peña Monné, J.L., Longares, L.A., Sánchez Fabre, M., 2004. En: Peña Monné, J.L., Longares, L.A., Sánchez Fabre, M. (Eds.) Geografía Física de Aragón. Aspectos generales y temáticos. Inst. Fernando el Católico y Univ. de Zaragoza, 213-230.
José Luis Peña Monné

José Luis Peña Monné
Profesor Universidad de Zaragoza

Marta Espinalt
Viajera independiente

María Marta Sampietro

Maria Marta Sampietro
Independent Researcher CONICET

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