Montezuma Well

Situación

Está situado en el Montezuma Castle National Monument, Camp Verde. Arizona

Se accede por un desvío de la Beaver Creek Road, entre Camp Verde y Flagstaff. Desde el parking se inicia un recorrido de menos de 1 km en total para visitar un paisaje kárstico espectacular al que se le une un particular sistema de irrigación del valle por los pueblos nativos antes de la llegada de los europeos. A pesar de su nombre, nada tiene que ver con los aztecas ni Montezuma, al igual que el cercano Montezuma Castle.

Coordenadas: 34°38’57,0″N   111°45’08.3″W
Altura s.n.m.: 1090 m

Descripción

En medio de la aridez de esta región llama la atención la presencia de un lago de aguas permanentes ocupando el fondo de un gran hoyo rodeado de paredes abruptas, como si de un cráter se tratase. Todo su entorno se compone de extensas y potentes acumulaciones de travertinos o tobas calizas, en muchos casos dispuestas en forma de suaves domos aislados. 

Uno de estos domos, en cuyo interior se formó una gran cavidad, colapsó bruscamente generándose una dolina en pozo (o cenote), con paredes verticales. Este proceso se puede observar en la figura siguiente, publicada en la guia del Montezuma Castle National Monument de 1962.

Pero además, su fondo aparece conectado con el drenaje kárstico interno manteniéndose inundado durante todo el año, con temperatura (21º) y nivel del agua casi constantes (variación máxima de 16 cm). El nivel viene marcado por la existencia de un exutorio estrecho en una de sus paredes que a través de un conducto descendente desagua hacia el cercano Wet Beaver Creek, salvando un desnivel de 10 m. Su caudal es de 5,7 millones de litros /día. En la foto siguiente se observa como sale el agua de la dolina a traves del conducto interno del exutorio

El agua procede de las lluvias y fusión de nieve en la zona montañosa de Mogollón Rim, en el Colorado Plateau, que se infiltra y discurre en las formaciones rocosas, principalmente en las calizas de la Formación Redwall, hasta alcanzar esta zona. Pero lo más curioso es que en vez de continuar su flujo subterráneo, el agua asciende repentinamente al encontrarse en profundidad con la barrera impermeable que forma un dique vertical de basalto. Las formaciones geológicas y el flujo karstico aparecen representados en la siguiente figura.

Este dispositivo es el que permite este caudal constante en la laguna. Pero la parte negativa es que es agua con alta concentración de dióxido de carbono (entre 80 y 100 veces superior a la normal), elevada alcalinidad y altos valores de arsénico, por lo que no permite la vida de peces. Solamente hay algunos organismos adaptados a estas condiciones, que corresponden a endemismos locales de agua dulce: una diatomea, un escorpión acuático (Ranatra montezuma), un caracol (Pyrgulopsis montezumensis), un amfípodo (Hyalella montezuma amphipod) y una sanguijuela (Motobdella montezuma leech). Pese a ello, estas especies sirven de alimento a una amplia cantidad de aves, que podemos observar facilmente, así como lagartos, ardillas y, en el agua, tortugas del barro de Sonora.

Silbón americano (Mareca americana)
Tortuga del barro de Sonora (Kinosternon sonoriense)
Ardillón de roca (Otospermophilus variegatus)

El agua que surge de la dolina fue ya canalizada para el riego de la llanura aluvial del Wet Beaver Creek desde la época de asentamiento de los indios Hohokam en torno al 600 AD, que construyeron casas de barro con postes y ramajes, parcialmente subterráneas, conocidas como pithouses, cuyos restos pueden visitarse al inicio de la ruta, antes del parking principal. Hacia 1070 AD abandonan el valle y serán posteriormente los indios Sinagua los que hereden el sistema de aprovechamiento del agua para la agricultura.  Todavía pueden verse restos de la antigua conducción de agua que sigue en funcionamiento.

En el siglo XIII aumenta la ocupación y la construcción de núcelos más concentrados como Montezuma Castle, Tuzigoot o el propio de Montezuma Well, cuyas casas pueden verse cerrando huecos del escarpe de travertinos y en la parte superior. 

Hacia 1400 desaparece la población y así lo encuentra el explorador español Antonio de Espejo, el primer europeo que lo visita en 1583 y deja constancia en su diario. Ya posteriormente en la segunda mitad del siglo XIX llegarán los “primeros” colonos de Arizona, de los que hay constancia en algunos graffitis.

Bibliografía

Enlaces de interés

 
José Luis Peña Monné

José Luis Peña Monné
Profesor Universidad de Zaragoza

Marta Espinalt
Viajera independiente

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